Ya había preparado
especias y sahumerios
para sobrevivir
tu no presencia,
había marcado con vidrios
en el calendario
decisiones y voluntades,
dejé escrito sobre el agua
todo lo que quise que supieras
entre tus piernas
subiendo hasta tu boca,
pero no he podido,
y no sé si pueda
con tu silencio.
He tomado paliativos
contra la espera,
para no arrastrarte conmigo
ni perseguir tu distancia,
incendié las naves
y dejé que el viento
cayera sobre mi derrota,
pero el alba es amarga
y la noche disforme,
ahí mi soledad
se apea,
se afea
y sonríe.
Esta mañana te he visto
con toda mi miseria entre las manos:
Una palabra rota
en mis ojos desde que te deseo,
una voz anclada en las manos,
tu nombre, tal vez,
una brújula que no te pertenece.
Esta noche me he visto
a tu lado desnudo:
No hay nada que respirar,
no somos nadie.
1 comentario:
no dejas de sorprenderme con tus escritos,me llegas al alma sin escalas!
besotessss
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