Poner fin al deseo,
volver pájaro en perro,
hacer que una piedra ame,
hablar mordido.
Detener al deseo,
bajarle los calzones
a las estrellas,
saber de furia y mierda,
pero también
serena lejanía.
Que nadie toque
ni perturbe mi puerta,
que nadie venga
con rosas, nalgas,
ni nada que no sea
una canción,
un sueño viejo,
o una palabra honesta.
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