Nos han hablado en distintos escenarios,
algunos sin lluvia
-pero hemos deseado lo llovido-
cuánto nos aman,
que nos echarán de menos.
Yo
siempre hablé con un baile,
incrédulo cedí a esas imágenes
que no envejecen
aunque nosotros sí,
por la música
atendí al deseo
toda vez que atentara
sin minúsculas y sin miramientos
cualquier momento desarmado.
He visto
de los últimos besos
sin labios ni héroes,
alejarse por París
divorciados.
Atendí sobreviviente
los espejismos del Rhein,
su verano y sus terrazas,
la blanca mano guía
que apagó los buques
en la distancia.
Sí,
fue en Barcelona,
ahora lo sé
-o creo saberlo-
que me volví más viejo,
acepté el asedio,
la catástrofe y la guerra,
afable y a tiempo
llegó la muerte compañera,
ebrios amanecimos.
Pero antes
también fue Barcelona
donde oro y azul
a mi lado habitaron,
del oro quedó la sombra,
del azul la boca,
la costa enigma
que ardió en los combates.
Y si los aeropuertos
fueran hospitales,
me confieso enfermo permanente.
Y si los aviones fueran
el luto de una separación,
yo sería por siempre su viudo.
Y si las salas de espera
fueran aves hurañas
y tardías,
sometería sus ciegas alas
por un vuelo,
una noche en el Norte,
la miríada forma
en que siento solitario
que soy un transeunte
por tus aceras,
por tus parques,
por tus plazas.
lunes, agosto 09, 2010
jueves, agosto 05, 2010
Summer was absence
Saluda el viento
las palmeras al sol deseadas,
ya tus pies alejaron los mares,
no más el peso diurno
que tus pies adornaron
en Sitges.
El verano fue ausencia
aunque estuvieras presente,
cada escalón, cada paseo marítimo
fueron el diario de una despedida.
Ahí estabas,
aparición o espejismo oceánico,
tus ojos armando los horizontes,
tus manos cantando su adivinanza.
Te vi marchar un día claro,
habité desmoronado en tus ojos
mientras hacía señales de esperanza,
realmente me ahogaba.
Nos dimos paz y la paz se marchó contigo.
Tu silencio es un Mar en el Norte
que reconozco pero no conozco.
Desde que te fuiste
el mal agüero de las gaviotas,
esa sucia conspiración de los palomares
y el vértigo de hacer lo que quiera
aunque ya no quiera nada.
Habré de escribir
en la piel del mar
el amor que no llegué a tenerte,
y al oído del sol
pronunciaré en tu lengua
que debemos partir.
las palmeras al sol deseadas,
ya tus pies alejaron los mares,
no más el peso diurno
que tus pies adornaron
en Sitges.
El verano fue ausencia
aunque estuvieras presente,
cada escalón, cada paseo marítimo
fueron el diario de una despedida.
Ahí estabas,
aparición o espejismo oceánico,
tus ojos armando los horizontes,
tus manos cantando su adivinanza.
Te vi marchar un día claro,
habité desmoronado en tus ojos
mientras hacía señales de esperanza,
realmente me ahogaba.
Nos dimos paz y la paz se marchó contigo.
Tu silencio es un Mar en el Norte
que reconozco pero no conozco.
Desde que te fuiste
el mal agüero de las gaviotas,
esa sucia conspiración de los palomares
y el vértigo de hacer lo que quiera
aunque ya no quiera nada.
Habré de escribir
en la piel del mar
el amor que no llegué a tenerte,
y al oído del sol
pronunciaré en tu lengua
que debemos partir.
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sábado, julio 31, 2010
Discurso II
Ando la misma calle
como quien busca
un lugar en el mundo,
pero día a día,
la misma calle,
el mismo mundo,
es diferente.
Hay que andarlos a pie,
a manos, a corazón.
Andarlos a labios
y soledad,
andarlos sin compañía
a tu lado.
como quien busca
un lugar en el mundo,
pero día a día,
la misma calle,
el mismo mundo,
es diferente.
Hay que andarlos a pie,
a manos, a corazón.
Andarlos a labios
y soledad,
andarlos sin compañía
a tu lado.
Discurso I
Si hiciera un discurso,
alguno de notas,
de silencios,
si fuese insomne
y lleno de espacios,
si llegara a los tejados
o atravesara la calle despistado,
si bebiera algún sonido
con su eco sin habitaciones,
si desapegado mirara
cómo caen sus llagas,
si hablara por el silencio
que ajados nos delatan,
si creyese en él compartido,
grabaría en su melodía
los instantes y,
labrado a golpe de besos,
borraría en él toda lejanía,
si pudiera hacerlo
ahora mismo vendaría
esta distancia,
este discurso es para ti.
alguno de notas,
de silencios,
si fuese insomne
y lleno de espacios,
si llegara a los tejados
o atravesara la calle despistado,
si bebiera algún sonido
con su eco sin habitaciones,
si desapegado mirara
cómo caen sus llagas,
si hablara por el silencio
que ajados nos delatan,
si creyese en él compartido,
grabaría en su melodía
los instantes y,
labrado a golpe de besos,
borraría en él toda lejanía,
si pudiera hacerlo
ahora mismo vendaría
esta distancia,
este discurso es para ti.
jueves, julio 22, 2010
Ciudades
Ciudades
que se pueblan de fantasmas
o se despueblan de pies,
de palabras y orígenes.
Ciudades
que abandonan al alba,
que ensombrecen al corazón.
Ciudades
por amar y descontar,
hay ciudades para llevar,
para cincelar.
Pero hay ciudades clandestinas,
ciudades construídas en conjunto,
en pareja,
en solitario.
Son estas ciudades memoria
las que se van amando amargamente,
las que nunca nos dejan,
las que nos buscan
en medio de la noche,
las que trémulas se cantan
cuando la noche última
nos atrevemos a recordar.
que se pueblan de fantasmas
o se despueblan de pies,
de palabras y orígenes.
Ciudades
que abandonan al alba,
que ensombrecen al corazón.
Ciudades
por amar y descontar,
hay ciudades para llevar,
para cincelar.
Pero hay ciudades clandestinas,
ciudades construídas en conjunto,
en pareja,
en solitario.
Son estas ciudades memoria
las que se van amando amargamente,
las que nunca nos dejan,
las que nos buscan
en medio de la noche,
las que trémulas se cantan
cuando la noche última
nos atrevemos a recordar.
domingo, julio 18, 2010
Canción nórdica
Si comenzáramos por el principio,
antes habrían estado
de nuestro lado los mares,
hubiesen gobernado tus pies los caminos,
los años del Mediterráneo para nosotros.
No es que sea tarde,
dejamos pasar los relojes
que hacia la noche no podían dormir,
yo apunté mis manecillas a ti.
No es que no sepa decirte adiós
ni tampoco que no quiera dejarte ir,
no sé cómo ir siendo uno y no dos.
Nunca estuvo de nuestra parte
el sino, el momento o la coincidencia,
siempre fue hermosa tu ausencia,
la mía se quedó en el punto y aparte.
Si comenzáramos por el principio
estaría en Plaza Catalunya contigo,
pasaría el verano, llegaría el invierno,
tú y yo andaríamos las calles con abrigo.
Si comenzáramos por el principio,
Si comenzáramos...
Si comenzamos un nuevo principio...
antes habrían estado
de nuestro lado los mares,
hubiesen gobernado tus pies los caminos,
los años del Mediterráneo para nosotros.
No es que sea tarde,
dejamos pasar los relojes
que hacia la noche no podían dormir,
yo apunté mis manecillas a ti.
No es que no sepa decirte adiós
ni tampoco que no quiera dejarte ir,
no sé cómo ir siendo uno y no dos.
Nunca estuvo de nuestra parte
el sino, el momento o la coincidencia,
siempre fue hermosa tu ausencia,
la mía se quedó en el punto y aparte.
Si comenzáramos por el principio
estaría en Plaza Catalunya contigo,
pasaría el verano, llegaría el invierno,
tú y yo andaríamos las calles con abrigo.
Si comenzáramos por el principio,
Si comenzáramos...
Si comenzamos un nuevo principio...
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lunes, julio 05, 2010
Llacuna
Las playas son el cuerpo terreste del mar,
su minúscula extensión de abrazadas huellas
por donde se derogan ansiados los días,
por donde se atrasan, despistados, los adioses.
Así las palabras prolongan
en su movimiento de alas,
los bordes y misterios de los labios,
anuncian o amenazan el beso,
y su manifestación no es sino la rúbrica
de un acto que comenzó con el verbo.
Una despedida no debiera comprenderse
desde el final,
debe temerse
desde el principio
de todo,
cuando dos dejan de ser
el uno y el otro.
Las playas son aquella piel sacudida
que los mares, cansados de jugar,
tienden al sol.
Los adioses son la caricia enunciada
en el llanto, cuando las manos
celebran su danza de separación,
es el estancamiento mutuo
de aquello que será, no lo que fue,
paraísos donde cada día
fue un reino diferente.
Si una distraída despedida,
si el llanto amenazara,
si del imperio el fin llegara,
me prolongaría como la mar
hacia el otro,
dejaría abrazarme por sus huellas
y volveríamos juntos,
allá lejos,
con la última ola.
su minúscula extensión de abrazadas huellas
por donde se derogan ansiados los días,
por donde se atrasan, despistados, los adioses.
Así las palabras prolongan
en su movimiento de alas,
los bordes y misterios de los labios,
anuncian o amenazan el beso,
y su manifestación no es sino la rúbrica
de un acto que comenzó con el verbo.
Una despedida no debiera comprenderse
desde el final,
debe temerse
desde el principio
de todo,
cuando dos dejan de ser
el uno y el otro.
Las playas son aquella piel sacudida
que los mares, cansados de jugar,
tienden al sol.
Los adioses son la caricia enunciada
en el llanto, cuando las manos
celebran su danza de separación,
es el estancamiento mutuo
de aquello que será, no lo que fue,
paraísos donde cada día
fue un reino diferente.
Si una distraída despedida,
si el llanto amenazara,
si del imperio el fin llegara,
me prolongaría como la mar
hacia el otro,
dejaría abrazarme por sus huellas
y volveríamos juntos,
allá lejos,
con la última ola.
miércoles, junio 16, 2010
Is
Eres del verano
la estación más incierta,
la que si llegase tarde
jamás la perdería,
en tu milagro
las costas se inclinan
a tu paso
y no hay medio día
que no siga y persiga
tu andar marino.
Eres del verano
la que gobierna las horas,
la que corrije pesadillas,
la que entra a los laberintos
para señalarme qué bitácora,
qué rumbo acariciado.
Eres del verano
aquella que supo dominar las tormentas,
aquella que de las aguas,
sirena, reina oceánica,
aró con su quilla mis tristezas,
aquella que en su lejanía
me dejó más hombre.
Eres del verano
por quien súbito amaino.
Atrás dejamos el misterio,
nos resta el tal vez.
Eres del verano...
la estación más incierta,
la que si llegase tarde
jamás la perdería,
en tu milagro
las costas se inclinan
a tu paso
y no hay medio día
que no siga y persiga
tu andar marino.
Eres del verano
la que gobierna las horas,
la que corrije pesadillas,
la que entra a los laberintos
para señalarme qué bitácora,
qué rumbo acariciado.
Eres del verano
aquella que supo dominar las tormentas,
aquella que de las aguas,
sirena, reina oceánica,
aró con su quilla mis tristezas,
aquella que en su lejanía
me dejó más hombre.
Eres del verano
por quien súbito amaino.
Atrás dejamos el misterio,
nos resta el tal vez.
Eres del verano...
lunes, marzo 15, 2010
El viento nos llevará
Le vent nous portera
- Noir Desir
que debieran someterse
al criterio de los océanos
y, mar adentro,
ahogarles en su caricia anguila.
El odio en su siniestra elegancia
tiene calendarios sin fechas,
cerrados armarios sedientos,
ciegos relojes mancos.
El viento se llevará
derrumbados reinos
que a golpes de silencio
y rocío
formaron largas cuencas
destinadas al abandono.
El viento traerá
del verano a mis playas
las huellas gaviotas
signadas a aquella espalda,
párvula cifra descontada
que, en su mezcla de colisiones
y sombríos pasos
ha arrebatado del alba
su falsa inocencia.
El viento nos llevará, cariño.
Lejos a tu perpetuo invierno,
cerca de mis siempres,
allá entre nuestros jamases.
El viento nos llevará
vestidos de nuevas rutas,
y si los cierzos a mí me concedieran
la afable despedida no otorgada,
yo tiraría del mar su azul maligno
que me miró despertar
azotado por tu boca,
ese otoño señalado,
ese pisado invierno.
El viento nos llevará, furiosa,
en su rostro sacudido
perderás mi rastro sin imperio,
y en su niebla sin ruta
su sombra nos despedirá.
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sábado, marzo 13, 2010
Bolero destruido
Diciembre
del aire en el suicidio,
la seca fúnebre navaja,
impoluta firma desdentada.
Bailes alejándose ebrios,
difusa espera destruida,
libro del adiós desmoronado,
en su última página
lo extinto, lo viudo.
En lunes serán,
en su cuchillo,
tres solitarios meses,
sonámbulos tigres,
voraces timbaleros.
Zureo crepuscular
cayendo como nieve,
futilidad.
El odio, el amor,
como la poesía
se acuestan con todos,
habitan mascullados,
dominan siniestros,
ajados labios.
Alguna sembrada nota
amanece despedida.
Enero
Era medio día pero en Berlín
el invierno acosaba todo,
los equipajes, los extranjeros.
Corría una parte de la tarde
sus tranvías anémicos, contristados,
su angustiado sonido
con las iglesias repicaba,
bajaba el viento,
bebía del frío.
Custodiado por altos muros
los ventanales miraban en silencio,
nadie en la calle,
sólo la nieve a la espera,
el escritorio, un bolígrafo,
presencias disolutas.
Anochecía demasiado,
apretaba la niebla al día
estrangulada por edificios,
avenidas, puentes, mendigos,
lo cubría todo su espesura.
Al final del pasillo
resplandecían en su guardia añeja
los trastos y su cansancio mudo,
retrato de que la muerte aguarda.
Febrero
Una vez apetecida,
la muerte es en los hombres
su furiosa,
inacabada compañera.
Marzo
Marchar al frente
y decidir no morir
es una decisión irrevocable,
un estatuto de guerrilla formada,
un disparo a la sien de los cementerios.
Nada, nunca nada ni nadie
habrá de elogiarse
ante la ruina y sordidez
del otro olvidado,
ante su retrato roto,
detrás de su asesinato.
Despedirse es otra forma de enviudar,
sin embargo, en contadas ocasiones,
podemos sonreír ante lo destruido,
ser felices en la derrota,
porque ya fue, ya pasó,
esa crueldad jamás volverá.
miércoles, febrero 10, 2010
Erasmus
Para Jordi Piu por lo compartido
el silencio de las calles es deliciosamente aterrador
no hay perros que ladren
sólo los pasos de uno mismo mojando la calle
y el piso iluminado de amarillo
Quietud
Realizas que como en la mañana
estás solo
irás a dormir solo
despertarás solo
y así
en un círculo arácnido
y a veces
los pies abandonan su ciego claustro
se desnudan con otros pies y adquieren incendio
cuarteto de compartida soledad
y ya no es una
sino dos realidades diluyéndose
bajados los pantalones
y con ellos imantadas caricias
la noche desciende súbita
al café matutino seguirá la lluvia
la bufanda el frío uno mismo
nadie verá el instinto de tigre
zarpazos gemidos sin luz ni memoria
habrás de ir medio completo
sin medallas ni arrepentimientos
sólo habrá el miedo permanente a la vuelta
el rechazo al regreso y su hoz
la funesta hora de los aviones y sus pasajeros volátiles
volver será una condena necesaria
será un castigo por una bolsa de valores al alza
una graduación sin laberintos ni embajadas
recordatorios que hay que morir cien veces
y que no importa el lugar ni la ciudad que escoges
sino todo se simplifica a las personas que conoces ahí
y las experiencias que vives con ellos,
el epígrafe grupal para tus últimos días
los momentos que en una edad de oro
jamás volverán
Barcelona, España. 11 de Febrero de 2010.
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domingo, enero 17, 2010
Al Sur
Desidia
Si ahogase la luz,
su fósil resplandor,
inasible agua,
daga apátrida
buscando territorio.
Traurigkeit...
Es hallar tu abandono
nombrando al sur,
viaje al sur de tus mapas.
Atravesada calle
por la lluvia escogida.
Fui el alegre
viudo intacto.
Busqué con los míos
tus pies sin rumbo,
acudí a tu encuentro.
El norte es un lugar
por la ausencia acariciado.
Celebré amargo
el luto del día,
allí ardieron las arboledas
en su oscurecer diáfano,
ahí se rompieron
los astros en el oleaje,
aquí se meció trémulo
el sur de mis manos
señalando a ti,
el sur de mis labios
cruzando tus tormentas.
La antesala...
En tu exilio
hice caso omiso a la memoria,
me acomodé a tu vacío,
ya fue mi soledad
una sola sin la tuya.
Tarragona...
Y tu risa desgranada
en sus amables mil espadas
y tu marina presencia
adornó el pestañeo del mar
y tus huellas embrujaron
mi paso náufrago
y los caminos que todos
condujeron a ti
y el viento que era más bello
si lo tocabas
y tu cabello abanderó
el horizonte
y todo lo que dije
en mi ebria espera
el océano lo ha presenciado.
Al Sur
Veterano el día
crece y se desvive,
habita esta región
donde florece al olvido,
cultiva de la lluvia
su mordida caída,
y me muestra su grito agua,
la campana herida,
y el vientre despedido
de un medio día desnudo
sabiendo del dolor que existes.(Escrito en Barcelona, Berlín, París, Ciudad de México y Cuernavaca)
martes, enero 05, 2010
Berlín
First shot
(Ayer suena a hoy
pero el hoy
ya no es promesa de un mañana)
En Berlín cayó el muro
cayeron soldados
cayó la nieve
bajó el invierno
a oler la pólvora
a marchitar los cuerpos
a dar esperanza
En Berlín se amartilló la historia
su tristeza acariciada
En Berlín dejé las maletas
cayó la nieve
me dejaste caer
me dejaste
te dejé
Drowning shot
Ciudad inacabada
tu incompleta belleza
arrastra los primeros copos
que adornando te envejecen
Te incendiaron a gritos
te amurallaron pérfida
hundieron tus raíces
pero tus árboles
tu soledad
tus muertos
tus calcinadas deudas
comenzaron a cantar
Ah, Berlín
Cuánto de ti tengo
incompleta melancolía
cantando seguimos
Exterminio
exterminados seres
recorriendo iglesias
estirando sus ramos de sombras
hacia el río
las palabras acariciadas
y nunca atendidas
El abandonado se queda sin padre
ha perdido la voz y las manos
somos el cigarro tras la lluvia
la lluvia transitando la calle
la calle amor sin ningún rastro
El abandono amanece en los aeropuertos
su ebrio insomnio nos recorre
adentro habita lo incierto
Self-terrorism
Dos días sin ver la noche
Berlín horriblemente bella
maletas amargas sin nombre
He conversado contigo todo este tiempo
hemos hablado de lo que nunca hablaremos
caminé sin(con)tigo por Unter den Linden
Pareciera que la tristeza es otra vida
que la nostalgia es la vida de otro
y la muerte de tus ojos me llamó
le dije no
no más
no
En un par de meses
el mar que son los días
la cárcel que es el olvido
la primavera que fue la mentira
todo amor será ceniza
Ceniza de la arrojada
cuando a tus abismos me hundías
mis dientes en tus pechos
y tus caderas marinas orillas
y tus ojos donde ahogado me encendí
Ceniza la palabra
que acudía trémula y unísona
al ir dentro de ti
fundidos astros despidiéndose
en sus formas paralelas
Ceniza el verbo
si dejara mi abstinencia
a mi ebrio designio
donde nos habitamos
furiosa compañera
No hay espacio
ni batalla suficiente
que nos salve de odiarnos
Last bullet
Es tuya la victoria
y su derrota invencible por igual
Seguirán las mujeres tiñéndose los años
y mis años tiñéndose de mujeres
continuarán ventilando su vuelo estático las arboledas
Tu violenta espera
tú solitaria tú amante
tú insensata
la mar atardecida por tus manos
tu cabello abanderando el horizonte
ese viento que se hace más bello
si lo tocas
ese hombre todos los hombres en él
que se pudre
si lo amas
Es tuya la victoria
la derrota por igual
invencible furiosa
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Farewell,
Hasta siempre
Two lovers
Letra de mi tercera canción / Lyrics of my third song...
I decide to love you
And therefore I choose to live.
No need to say
How much you mean to me.
Drowned stars, for you this city,
For you the world is shaped,
For you the sea, my sorrow, my pity,
And so on till the end.
Did you ever were mine?
Just be my company!
I know you well, you’ll be fine:
Unbearable sorrow
There won’t be tomorrow.
I decide to leave you
And therefore I choose to surrender.
No need to say I’ve to live through,
Some words last forever.
Drowned empires, for you two lovers,
For you both liars, for you the night is given,
For you’re not mine, I’m not your owner,
Nothing is fine nor can be –for us- forgiven.
Did you ever felt October’s windy name?
Of those days I just remember the rain,
Your hair leading the horizon, the sea,
A pair of pictures and in them: you and me.
And therefore I choose to live.
No need to say
How much you mean to me.
Drowned stars, for you this city,
For you the world is shaped,
For you the sea, my sorrow, my pity,
And so on till the end.
Did you ever were mine?
Just be my company!
I know you well, you’ll be fine:
Unbearable sorrow
There won’t be tomorrow.
I decide to leave you
And therefore I choose to surrender.
No need to say I’ve to live through,
Some words last forever.
Drowned empires, for you two lovers,
For you both liars, for you the night is given,
For you’re not mine, I’m not your owner,
Nothing is fine nor can be –for us- forgiven.
Did you ever felt October’s windy name?
Of those days I just remember the rain,
Your hair leading the horizon, the sea,
A pair of pictures and in them: you and me.
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