domingo, septiembre 07, 2008

Vacío

El tiempo que con sus hojas
todo lo macera,
viene con sus recuerdos
y claros latidos.

Vuelve a mí tu dolor
como blanca piedra
ennegrecida por las calles,
retorna a la panadería
de la esquina
arañando solitario
su lluvia en las vidrieras.

Este vacío,
gusano de vidrio
que recorre el cada día,
desde tus amorosos dedos
hasta tu mordida espalda.

Este vacío
es un siglo sin rostros,
una palabra dicha al espejo.

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