domingo, septiembre 28, 2008

Filosofía



Despegue

Cuando el mar
nos tenga cerca,
habremos de domesticarnos.

Habrás de morder mi silencio,
regar de cuando en cuando
mi hombro planta con tu llanto,
cuidar mis contraídas raíces
si buscan tu luz en mi tristeza.

Te enseñaré a comer de mis manos,
dejaré que duerma tu cansancio,
tu soledad y tu ira en mi regazo.

Amar es domesticarnos.

No hay comentarios.: