Detrás de cada ahogado,
mar adentro hacia sus naufragios,
ruidos de amargos cristales,
su claustro rigor
libando nacida burbuja.
Cegados marinos ascienden,
sus voces, a tropel,
sonámbulo ronquido de barcos,
esperan en los andenes de madera
izar pálidos y oscuros viajes
con sus distorsionados reflejos,
el otro tú, el otro yo,
el otro vuelto a hacer.
Los náufragos buscan tierra,
alta mar les sobra suelta
y sus ojos aún son puertos
de aparecidas
y despeinadas
gaviotas.
1 comentario:
me doy cuenta que apenas has empezado tu blog. es bonito tener más compañeros cibernéticos en el espacio.
tu poesía es de la que me gusta, sencilla sin tanto vuelco, pero con mucha imagen y sobre todo tiene más de 4 versos, jeje. no soy fan de la poesía pero aquí te seguiré visitando; aunque tienes algunos elementos comunes.
la prosa me parece por demás buena crítica, me agradó bastante.
saludos
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