lunes, marzo 30, 2009

La piedra del marinero

He encriptado salada agua
a un valle aguamarina
como un glaciar descorazonado
bajo el nivel del mar.

Súbito parpadeo agitando
su profundidad derretida,
estrecho paso que alberga
en su presente su pasado.

Sucede el hundimiento,
innombrable ahogado
sin capitán ni amar(ras).

Inaccesible tormenta,
brumoso litoral que al alba
muestra la piedra del marinero.

Cerremos las puertas aguamarinas,
en sus aguijones pupilas,
trenzado prisionero.

jueves, marzo 26, 2009

Cronología

He comenzado a traducir, una a una, mis astillas. Hablo de largas cometas sin dueño, de algún ladrido sin remos reproduciéndose sobre los tejados. Sacudido viento de agua dura herido, inerme transeúnte cuentapájaros.

Habría visto de los relámpagos la despedida, aquel árbol coronado de infancia. Conocí de sobra, entre los empedrados y rinconeras, el milagro hundido. Colgado hacia el horizonte, defino su largo peso en el espejo.

miércoles, marzo 25, 2009

Manecillas

Ignoro si el tiempo
se desgasta contra si mismo,
abandonado contra los relojes
o trazado por latidos campanarios.

Por si páginas blancas
sobraran a la nostalgia,
inscribiría estos girones
asombrados
como zurcos,
para que conozcan
de mis llagas las palabras.

No insistiré,
ante los naufragios
no hay remedio,
tampoco ante la felicidad.