martes, julio 08, 2008

Contemplaciones

I

Cambiar de ciudad,
de idioma, de nombre,
de rostro.

Cambiar al mundo
sin cambiarte a ti.

Sin cambiarte
por nadie.

II

Veo cerrar los párpados
con un movimiento de labios
antes de llorar,
y si no supe decir adiós
no fue tu culpa.

Tengo que hablarte de México,
de esta amarga ciudad
que, en sus aristas hundida,
tiene acumuladas raíces:

está muriendo.

Voy a recorrerla,
prometo entenderla para nosotros,
para darte una distinta pero igual,
para tu vuelta, para tu salto de mundo
cuando el lugar que ocupe en Barcelona
lo ocupes tú con cien mil pares de zapatos,
las maletas que necesites,
los gatos que quieras.

III

Allá, hacia la florería,
bajo la lluvia,
golpes de abejas
descalzas.

Se iban tras el tranvía
sin manos nuestros besos.

El corazón no era otro
que apretado monosílabo,
muda fatiga.