sábado, julio 31, 2010

Discurso II

Ando la misma calle
como quien busca
un lugar en el mundo,
pero día a día,
la misma calle,
el mismo mundo,
es diferente.

Hay que andarlos a pie,
a manos, a corazón.

Andarlos a labios
y soledad,
andarlos sin compañía
a tu lado.

Discurso I

Si hiciera un discurso,
alguno de notas,
de silencios,
si fuese insomne
y lleno de espacios,
si llegara a los tejados
o atravesara la calle despistado,
si bebiera algún sonido
con su eco sin habitaciones,
si desapegado mirara
cómo caen sus llagas,
si hablara por el silencio
que ajados nos delatan,
si creyese en él compartido,
grabaría en su melodía
los instantes y,
labrado a golpe de besos,
borraría en él toda lejanía,
si pudiera hacerlo
ahora mismo vendaría
esta distancia,
este discurso es para ti.

jueves, julio 22, 2010

Ciudades

Ciudades
que se pueblan de fantasmas
o se despueblan de pies,
de palabras y orígenes.

Ciudades
que abandonan al alba,
que ensombrecen al corazón.

Ciudades
por amar y descontar,
hay ciudades para llevar,
para cincelar.

Pero hay ciudades clandestinas,
ciudades construídas en conjunto,
en pareja,
en solitario.

Son estas ciudades memoria
las que se van amando amargamente,
las que nunca nos dejan,
las que nos buscan
en medio de la noche,
las que trémulas se cantan
cuando la noche última
nos atrevemos a recordar.

domingo, julio 18, 2010

Canción nórdica

Si comenzáramos por el principio,
antes habrían estado
de nuestro lado los mares,
hubiesen gobernado tus pies los caminos,
los años del Mediterráneo para nosotros.

No es que sea tarde,
dejamos pasar los relojes
que hacia la noche no podían dormir,
yo apunté mis manecillas a ti.

No es que no sepa decirte adiós
ni tampoco que no quiera dejarte ir,
no sé cómo ir siendo uno y no dos.

Nunca estuvo de nuestra parte
el sino, el momento o la coincidencia,
siempre fue hermosa tu ausencia,
la mía se quedó en el punto y aparte.

Si comenzáramos por el principio
estaría en Plaza Catalunya contigo,
pasaría el verano, llegaría el invierno,
tú y yo andaríamos las calles con abrigo.

Si comenzáramos por el principio,
Si comenzáramos...
Si comenzamos un nuevo principio...

lunes, julio 05, 2010

Llacuna

Las playas son el cuerpo terreste del mar,
su minúscula extensión de abrazadas huellas
por donde se derogan ansiados los días,
por donde se atrasan, despistados, los adioses.

Así las palabras prolongan
en su movimiento de alas,
los bordes y misterios de los labios,
anuncian o amenazan el beso,
y su manifestación no es sino la rúbrica
de un acto que comenzó con el verbo.

Una despedida no debiera comprenderse
desde el final,
debe temerse
desde el principio
de todo,
cuando dos dejan de ser
el uno y el otro.

Las playas son aquella piel sacudida
que los mares, cansados de jugar,
tienden al sol.

Los adioses son la caricia enunciada
en el llanto, cuando las manos
celebran su danza de separación,
es el estancamiento mutuo
de aquello que será, no lo que fue,
paraísos donde cada día
fue un reino diferente.

Si una distraída despedida,
si el llanto amenazara,
si del imperio el fin llegara,
me prolongaría como la mar
hacia el otro,
dejaría abrazarme por sus huellas
y volveríamos juntos,
allá lejos,
con la última ola.