Eres del verano
la estación más incierta,
la que si llegase tarde
jamás la perdería,
en tu milagro
las costas se inclinan
a tu paso
y no hay medio día
que no siga y persiga
tu andar marino.
Eres del verano
la que gobierna las horas,
la que corrije pesadillas,
la que entra a los laberintos
para señalarme qué bitácora,
qué rumbo acariciado.
Eres del verano
aquella que supo dominar las tormentas,
aquella que de las aguas,
sirena, reina oceánica,
aró con su quilla mis tristezas,
aquella que en su lejanía
me dejó más hombre.
Eres del verano
por quien súbito amaino.
Atrás dejamos el misterio,
nos resta el tal vez.
Eres del verano...